El sector, afectado por el enfriamiento de la economía, necesita un impulsa para evitar la crisis.
La AFIP anunció que la recaudación tributaria creció un 31,9% interanual en el mes de junio y no son todas buenas noticias. Mucho menos para el sector de las Pequeñas y Medianas Empresas, uno de los más golpeados por los impuestos. De hecho, hace semanas se difundió que hay récord de cheques rechazados en el circuito Pyme, signo de los tiempos que viven en el sector.
De acuerdo con una nota publicada por el diario El Cronista, esta situación se suma el enfriamiento de la economía, las subas de los costos específicos, de las tasas de financiamiento, de las tarifas y la competencia que ejercen las importaciones.
Este panorama reclama medidas que brinden oxígeno a las firmas y al mismo tiempo no impliquen una pérdida económica para el Estado. Aquí, cuatro decisiones que se podrían tomar.
Impuesto al Valor Agregado: si se modifica la fecha de liquidación del impuesto, se brinda aire a una Pyme porque recién debería ingresarse el IVA a la AFIP cuando se cobra y no al momento de confeccionada la factura. Así las cosas, se evita que los contribuyentes deban pagar un importe alto sin tener financiamiento. Debería pasarse del sistema del devengado al del percibido.
Anticipo de Ganancias: “desde el 2000, el primer anticipo que tienen que pagar las Pymes del impuesto se calcula aplicando la alícuota del 25% sobre el impuesto que fue determinado en el año anterior. Antes de esa fecha se pagaban once anticipos del 9%, lo que producción un prorrateo más justo de la carga tributaria durante el año. En la actualidad continúa la tasa del 25%, con el agravamiento de poder presentar la opción de reducción n únicamente cuando el importe de los anticipos que se estimen abonar superen en un 40% al tributo anual que deba pagar”, según la nota.
Facturas: dado que luego de que una Pyme emite su factura pueden pasar varios meses para que la pueda cobrar, ayudaría actualizar la ley de convertibilidad para que se puedan colocar en el contrato una actualización por pagos diferidos.
Compensaciones: “muchas Pymes poseen saldos a favor en algunos tributos y saldos a pagar en, por ejemplo en las cargas sociales que tienen que pagar. A pesar de que se entiende que corresponden a diferentes regímenes, la caja es una sola, la tiene centralizada la AFIP. Entonces debería a permitirse a las Pymes compensar los saldos deudores y acreedores que mantienen frente al Fisco”, dice el artículo.
Inspecciones: otra propuesta efectiva sería el planteo de una “tregua tributaria” para las inspecciones que realiza la AFIP y otros organismos sobre las Pyme. “El control se limita siempre sobre los vienen cumpliendo, haciéndoles perder tiempo y dinero porque deben distraer recursos administrativos en atender a los inspectores (…).Actualmente, la Agencia de Recaudación de la Ciudad despliega inspecciones integrales por zonas para los contribuyentes, requiriendo toda la información de los años no prescriptos (…).Sin dudas a los que sí se podría controlar, con todos los recursos que posee el estado nacional y los provinciales, es a los que circulan completamente por el circuito informal de la economía, que son muchos”, cierra El Cronista.