Aunque suele ser fuente de orgullo, el emprendimiento entre lazos de sangre también puede ser un dolor de cabeza con el paso del tiempo.
Dos hermanos. Dos primos. Dos hermanos y sus hijos. Las empresas familiares pueden ser fuente de grandes alegrías pero también de conflictos. Lo que arrancó en el seno de una familia se extiende con los años y entonces empiezan a aparecer los vínculos políticos: el marido de la sobrina, la mujer del primo.
Encontrar el punto medio para conservar los lazos y que el trabajo y el dinero no se interpongan no es tarea sencilla. Sin embargos, hay ciertos parámetros a tener en cuenta para conservar los vínculos.
Los conflictos en las empresas familiares son recurrentes. Entre ellos, se destacan: la promoción de familiares, las decisiones sobre hacia dónde debe enfocarse la empresa y por qué, las reglas para el ingreso de familiares, el destino y la oportunidad de las inversiones, la política de remuneraciones para los accionistas, directores y colaboradores, la disposición a asumir determinados riesgos, y las cuestiones de gobierno: qué organismos y estilos son aconsejables.
Entonces, ante estas situaciones, ¿cómo debemos reaccionar? De acuerdo a una nota publicada por El Cronista, la clave está en la forma de encarar la conversación. Es necesario prepararse para evitar problemas mayores. ¿Cómo hacerlo?
Imagine la situación más temida. Una vez desplegada en todos sus detalles, imagine qué hacer si se produjera. Una vez tomada la decisión más difícil, algo se reordenará.
Arranque la charla con una descripción de datos exenta de juicios.
Evite la conversación sobre "Qué pasó". No es importante aclarar el pasado.
Use la conversación de sentimientos. Hable de lo que sintió frente a lo sucedido y aclare que no es una acusación.
Use lenguaje de proyecto y evite el de guerra. Priorice el propósito por sobre los detalles.
Mantenga un diálogo abierto.
Use la crítica, no haga reproches.
Si se vuelve muy engorroso, deténgase y proponga la intervención de un agente externo que cuente con buena voluntad.