Desde el gobierno tienen en mente diferentes puntos de los que ocuparse para conseguir recuperar el nivel adquisitivo de los sueldos argentinos.
Es sin dudas una de las principales preocupaciones que tiene el gobierno en la cabeza. La suba de precios y en las facturas de los servicios durante las últimas semanas sacudió el bolsillo de todos los argentinos.
Hay que poner manos a la obra para bajar la inflación.
Por eso, desde la web del Inversor publicaron una nota en la que explican la fórmula que tendría el presidente Mauricio Macri para cumplir el objetivo.
Son varios los sectores que el gobierno está dispuesto a tocar para conseguir esta meta. Por ejemplo, el gasto público: “el derroche en los ministerios, por ejemplo, es equivalente a 0,8 puntos del Producto Bruto Interno (PBI), casi un punto de todos los bienes y servicios producidos en el país”, indica.
También los subsidios son otro de los puntos en lo que el presidente debió intervenir: se redujeron para lograr la recuperación de 1,5 puntos del PBI.
De esta forma, la emisión monetaria destinada a financiar gasto público se redujo del 40%.
Otro de los instrumentos clave que se utilizó para bajar la inflación fueron lasLebacs, títulos a corto plazo con el objetivo de que el BCRA se endeude y así absorba los pesos en exceso que circulan en la economía. Así, se desacelera la emisión de pesos y se contienen las subas del dólar.
Otros puntos a tener en cuenta sobre los próximos pasos del gobierno es el pago a los holdouts permitirá volver a la normalidad y realizar trazos finos sobre la política fiscal y monetaria; la desaceleración de los precios, cuya tasa podría bajar a 1% o 2%; y el plan del Banco Central de redoblar esfuerzos para absorber pesos de la economía, renovar el total de las letras de deuda que están en circulación y emitir aún más.
Otro punto importante son las colocaciones de bonos en el mercado interno, tanto en dólares como en pesos: con esta decisión desde el gobierno buscan la financiación y la absorción de excesos en moneda local y dólares que se guardaron bajo el colchón durante el cepo cambiario.