El 2015 comienza con nuevos datos de la inflación y, nuevamente, existen diferencias entre los índices publicados por el Indec y por el llamado IPC Congreso. El Índice de Precios al Consumidor Nacional Urbano (IPCNu) comunicado por el organismo oficial, tuvo en enero un aumento del 1,1% respecto de diciembre y subió un 20,9% interanual.
Por su parte, el índice Congreso arrojó una suba de precios del 2,08% para enero. Estos datos significan una desaceleración en el aumento interanual de precios, ya que pasó del 41% en octubre de 2014 al 35,2% actual. Sin embargo, si se lo compara con respecto al mismo mes del año pasado se aceleró, ya que la interanual era del 31,3% en enero de 2014.
En una conferencia de prensa, la diputada de Unión-PRO, Patricia Bullrich, advirtió que el índice de inflación de enero “es muy alto y, en general, la inflación no retrocede, mientras que la interanual baja porque se va eliminando el impacto que tuvo la devaluación de diciembre 2013 y enero 2014 sobre la tasa de inflación actual”.
Según el Indec, el rubro que más sufrió el aumento de precios fue el de esparcimiento y atención médica, con una suba del 4,6% y 1,9% respectivamente. Por su parte, la suba de un 5% de los cigarrillos repercutió directamente en el aumento del 1,9% del ítem “otros bienes y servicios”. La menor suba fue la de la educación, que avanzó un 0,3%, mientras que alimentos y bebidas subieron un 1,1%.
El índice expresado por algunos legisladores de la oposición, fue descalificado por el ministro de Economía, Axel Kicillof, quien lo acusó de “trucho” y de tener “fines políticos”.
“Ha pasado durante muchísimos meses que el promedio que arroja el IPC trucho es mayor que todos los números que promedia, o sea que han reinventado el álgebra”, sostuvo Kicillof quien además agregó que existió “una desaceleración contundente” en los precios durante el último año.
En un año electoral, la inflación y el tipo de cambio son dos de las principales preocupaciones del Gobierno. En este sentido, desde la consultora Economía & Regiones destacaron que el BCRA tratará de que el dólar “aumente lo menos posible para contener las presiones en el mercado y bajar ´algo´ la inflación, de manera de tener chances de preservar la estabilidad financiera”.
“El gobierno atrasa el dólar y lo usa como ancla anti-inflacionaria, postergando así el ajuste del tipo de cambio", afirmó la legisladora, Patricia Bulrrich, quien también consideró que este tipo de medidas tomadas por el ministro de Economía, Axel Kicillof, hacen que los problemas se “pateen para adelante” y así “se aprovecha de la expectativa positiva que genera el cambio de gobierno anticipando los beneficios y postergando la corrección de los desequilibrios”.