Para incrementar las ventas y satisfacer a los clientes en la mejor época del año, las distintas empresas estudian el mercado para encontrar el mejor plan.
Las vacaciones de verano son sin dudas uno de los momentos que más optimizan las marcas para aumentar los niveles de consumo. Las personas están relajadas, en modo disfrute, y dispuestas a gastar dinero que en medio de la rutina no lo tendrían pensado.
Por eso son muchas las estrategias que se esbozan para esta época del año y para los diferentes sectores de la población.
“El verano es una época donde la gente descansa, y eso te da la posibilidad de plantar tu marca, posicionarte con una propuesta diferencial a la competencia y no solo retener a tus consumidores sino generar algo aspiracional para quienes no son clientes”, explica Emiliano Fernandes Delgado, brand manager del banco ICBC.
“En ese momento el target está más relajado y más permeable. Se trata de generar una experiencia. No interrumpir las vacaciones sino crear algo con lo que la persona puede sentirse identificada y genere un recuerdo duradero”, dice al respecto Marcelo Domínguez, director General de la agencia marplatense Roots BTL.
“Cada destino segmenta por nivel socioeconómico, y eso le da a cada marca la oportunidad de definir en qué lugar es conveniente instalarse en función de su gama de productos”, asevera Tito Loizeau, director de la agencia Caramba.
La cerveza es uno de los claros protagonistas de la temporada; en conjunto moviliza 1867 millones de litros por año en el país y el verano es un momento doblemente atractivo. “El verano es la temporada alta para las cervezas por la cuestión climatológica y eso lo vuelve muy tentador. Además, es un momento en que los consumidores están mucho más permeables a experimentar cosas distintas”, cuenta Martín Marchesini, brand manager de Imperial.
También para las automotrices el verano es un gran momento. Es que la concentración de turistas de diferentes puntos del país y la predisposición a lo nuevo, en suma con el tiempo libre, hace que sea una buena oportunidad para conocer y probar vehículos.
“Es un salón del automóvil a cielo abierto, porque encontrás a la gente en momento de distensión y ganas de ver autos”, describe Martín Pepe Sorrondegui, gerente de Marketing de Volkswagen, marca con presencia en Cariló, Pinamar y Punta del Este. “Son los lugares que concentran gente con posibilidades de ser cliente. El que gasta 20, 30 o 40 mil pesos en una semana en Cariló tiene altas probabilidades de ser comprador de un auto. Mientras tanto, en Uruguay el objetivo es mostrar los autos de alta gama”.
Y la tarjeta de crédito es un gran aliado a la hora de consumir cuando se descansa. Por eso, los bancos aprovechan el modo relax de los usuarios y presentan una amplia gama de promociones para todos.
“Tenemos recorrido con investigaciones cualitativas para entender qué quiere la gente en vacaciones, y lo que vemos es que la gente consume cosas que durante el año no busca porque no tiene tiempo, plata o no se lo permite. En verano se mantiene el costado racional de buscar ofertas, pero el consumidor se relaja un poco y espera que las ofertas lo vayan a buscar a él”, dice Jorge Colombatti, vicepresidente de Marketing de Mastercard.
“Las vacaciones son momentos que se esperan para relajar y el cliente espera que el banco tenga presencia en el lugar donde van a vacacionar. Hoy las cuotas y los descuentos en el sistema financiero se han institucionalizado, y la idea es estar satisfaciendo las necesidades del cliente con beneficios en rubros relevantes y activos diferenciales”, finaliza Juan Carlos Ormaechea, responsable de Alianzas de BBVA Francés.