El aumento de las tarifas complica las expectativas; confían en que las paritarias acomoden un poco los números.
Para este año, en que el gobierno se juega una carta importante en las elecciones de octubre, el Banco Central había proyectado un techo inflacionario de 17%, pero la meta será complicada de conseguir pese a que se espera mejore el consumo.
De acuerdo a una nota publicada por Infobae, las dudas se deben a que la baja de la inflación y el reajuste de tarifas a la vez parece una misión que parece imposible.
Ahora, el último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del Banco Central aseguró que se mantiene un pronóstico de inflación para este año de 20,8%, cuatro puntos porcentuales por encima de la meta del 17% para 2017.
Asimismo, la entidad habló de un dólar retrasado y las tasas de interés, elevadas y con rendimientos reales positivos.
Y de acuerdo a distintos estudios privados, la actualización de las tarifas añadirá entre 5 y 7 puntos a la inflación de todo el año.
La visión es la misma que pronunció días atrás el presidente del BCRA, Federico Sturzenegger, al decir: "Se vienen tres meses más delicados en materia de inflación", por lo que la entidad "no ve margen alguno para relajar la política monetaria".
La estrategia del gobierno para que no siga subiendo el índice son las paritarias, que deberían ajustarse por encima a esa meta establecida.
Un reporte de la consultora Analytica indicó al respecto: "Mientras anteriormente los salarios ajustaban en función a la inflación pasada -representada por el primer trimestre del año en curso-, en la actualidad lo hacen en función a la inflación futura (20% para 2017 según el REM) más un adicional".