Especialistas analizan el alza de los precios y las trabas para llegar a la meta.
Es uno de los objetivos prioritarios del gobierno. Sin embargo, los esfuerzos hasta ahora no consiguieron alentar lo suficiente a los argentinos. La inflación es uno de los dolores principales y pese a que l IPC del INDEC reflejó en 2017 una caída de casi 15 puntos en comparación a 2016, la reducción de este año será mucho más ajustada.
De acuerdo a lo publicado por Infobae, el primer trimestre la inflación podría rondar un 6% acumulado entre enero y marzo, cifra similar al mismo periodo del año pasado.
¿Qué piensan los especialistas al respecto?
Desde Invecq Consultora Económica precisaron que "el año 2017 fue un año en el que, con dificultades y errores, la política económica logró desacelerar un proceso inflacionario que lleva más de 10 años y, desde este punto de vista, fue exitosa".
Por su parte, Rodrigo Álvarez, de Analytica, indicó: "Hay un reconocimiento que la desinflación de la economía con reacomodamiento de los precios regulados va a ser un proceso lento. Por eso empresas, sindicatos y el propio Gobierno deben fijar las expectativas en cuanto a esta realidad. Hoy un 15% para 2018 no es la visión de consenso, si no por arriba, y hay mucho trabajo por hacer para anclar a las expectativas".
Respecto de este tema, Ecolatina entiende que "el principal driver que impulsó la inflación el año pasado en las diversas regiones del el país (el factor común) fue el alza de los precios de los bienes y servicios regulados. Pese a que 2017 fue un año electoral, el Ejecutivo prosiguió con la gradual corrección del atraso tarifario heredado: los precios de bienes y servicios regulados registraron a nivel nacional un incremento de 38,7%. Dicha alza es sensiblemente menor a la registrada en 2016, pero claramente superior al resto de las variables nominales de la economía, ya que el año pasado el tipo de cambio oficial trepó menos de 20% y el alza salarial no superó el 30%".
Para finalizar, Balanz Capital aseveró: "En Argentina sería injusto juzgar la eficacia del programa de política monetaria que lleva a cabo el BCRA sólo observando la inflación general de los últimos meses, en los cuales se dio lugar a varios aumentos de servicios administrados como el gas y la electricidad, sumado al aumento masivo de impuestos a la propiedad que buscan cerrar la brecha del déficit fiscal".