Por Mara I. Misto Macías

​Ciberseguridad, phishing o smishing son palabras que pueden parecer ajenas a nuestro día a día, sin embargo son más cercanas de lo que imaginamos.

Cuando nos proponen hacer un clic en un correo con la promesa de regalarnos un 0KM o que mencionemos los datos de las tarjetas de crédito en una llamada telefónica, puede ser que detrás de eso se esté por cometer un fraude.

La seguridad de la información es parte de nuestro compromiso como Banco Central para ​proteger a las personas usuarias de servicios financieros. Contamos con las herramientas necesarias para reducir los riesgos: regulaciones que crean derechos y obligaciones, e información​ a través de la educación financiera.

Cumplir con las buenas prácticas es responsabilidad de todos. Las empresas y las personas deben tener cuidados e implementar acciones para proteger o evitar comprometer la seguridad de la información.

Insistimos en cuidar nuestros datos porque los estafadores usan métodos de ingeniería social (el viejo cuento del tío) para robar tu contraseña sin que te des cuenta. Los correos electrónicos que aparentan ser legítimos, phishing, los mensajes de texto, smishing, los llamados telefónicos falsos son las técnicas más usadas para estafar y es importante que prestes atención.

¿Sabés cómo cuidar tus activos digitales? Desde el Banco Central podemos aconsejarte con algunas buenas prácticas:

1) No compartas ni divulgues tus claves.

2) Usá contraseñas fuertes mezclando mayúsculas, minúsculas y números. Tienen que ser fáciles de recordar para vos y difíciles de adivinar por otros.

3) No uses la misma clave para distintas aplicaciones, cuentas, plataformas, etc.

4) Leé con cuidado los emails que recibís. Verificá que los sitios remitentes sean legítimos.

5) Cuando por teléfono te ofrezcan premios, préstamos o beneficios importantes, no des datos de tus cuentas y/o tarjetas ni hagas operaciones. Si tenés dudas, consulta a alguien de tu confianza.

6) Tu banco no te llamará para pedirte contraseñas ni datos de tu cuenta

7) No uses equipos públicos o de terceros para acceder a las aplicaciones o sitios de bancos.

8) No uses redes de wi-fi públicas para acceder a sitios que te pidan contraseñas.

9) Cuando hagas una compra en comercios, nunca pierdas de vista tu tarjeta. En lo posible, evitá entregarla o consultá en el comercio por el uso de terminales inalámbricas.

10) Tomate un minuto antes de actuar. Los ataques apelan a tus emociones y descuidos, y es importante que mejores tus buenas prácticas en el uso de sus servicios financieros para evitar los fraudes.

Si sos una persona usuaria de servicios financieros, es aconsejable que te informes y seas consciente de la información que manejás. Operá con responsabilidad y cautela para resguardar tus datos y activos.

*La autora es gerenta principal de Normas de Seguridad de la Información en Entidades del Banco Central.