En ningún otro país de la región el golpe es tan duro. Cuando a los Estados Unidos le pasa algo, la Argentina lo siente. Ni Brasil, ni Colombia, ni Perú lo sufren tanto. A la hora de entender las razones de este fenómeno, salen a la luz varias: déficit fiscal alto, mercado de capitales chico y elevada exposición al endeudamiento.
La semana pasada, el gobierno de Mauricio Macri anunció que negociaría un auxilio con el Fondo Monetario Internacional para frenar una posible crisis ante la suba de tasas en los Estados Unidos y la apreciación del dólar. Y esto es lo que opinaron varios especialistas sobre el tema, de acuerdo a lo publicado por el diario La Nación.
Para Ariel Coremberg, director del Centro de Estudios de la Productividad de la Universidad de Buenos Aires, el problema está en la devaluación: el resto de los países de la región devaluó su moneda 10% en promedio pero la Argentina lo hizo en un 15% desde el 25 de abril pasado.
Por su parte, Fausto Spotorno, director del Centro de Estudios Económicos de Orlando Ferreres & Asociados, entiende que la debilidad del país es el déficit fiscal muy alto con un sistema financiero chico. “Como no hay modo de financiar ese déficit internamente, se depende del financiamiento externo, y eso te hace vulnerable a los contratiempos internacionales", aseguró y explicó que al subir la tasa del bono a 10 años en EE.UU. con la entrada en vigencia del impuesto a la renta financiera, se terminó el negocio de vender dólares para comprar Lebacs y con la ganancia comprar dólares. Por eso, los fondos se esfumaron: "Todo esto generó una salida de capitales inicial muy grande, que corrigió el tipo de cambio e hizo perder reservas. Los grandes inversores se empezaron a preocupar".
Otro de los analistas que se refirió al tema fue Dante Sica, director de la consultora Abeceb.com, quien asevera que la Argentina es estructuralmente más débil en lo financiero que el resto de países de América Latina. "Además, la suba de tasas en los Estados Unidos, tomó al país en un momento complicado, con todo el pico inflacionario, la suba de tarifas y la sequía. Todo ese cóctel no lo sufren los vecinos", dijo.
En esta misma línea habló Aldo Abram, director de la Fundación Libertad y Progreso, para quien la Argentina se distingue del resto por tener un "prontuario" de incumplimiento de sus compromisos y por haber tendido casi siempre a gastar más de lo que le ingresaba al Estado. "No es casualidad que la devaluación aquí sea más alta, porque hay historia en bastardear la moneda. Desde 1970, se le quitaron 13 ceros a la moneda y se llegó hasta 2015 con un gobierno que nos tenía que obligar a través del cepo a tener pesos".
Por último, quien se refirió al tema fue Marcelo Elizondo, director de la consultora DNI. El analista consideró que el país está más complicado que el resto de la región por sus fuertes desequilibrios: "Ese desequilibrio fiscal que se financió con endeudamiento en el exterior generó mucho ingreso de capital financiero, que es el que se va más rápido. Esto no ocurre en los otros países; por caso, Brasil recibe US$60.000 millones por año en inversión extranjera directa, que es la productiva".
Asimismo, se refirió a una razón histórica: la Argentina declaró 8 veces el default de su deuda pública en los últimos 60 años. Y eso tiene sus consecuencias. "Esto hace que los operadores financieros desconfíen de la sostenibilidad del valor del tipo de cambio", finalizó Elizondo.