Los tiempos cambian, la tecnología avanza y los modos de hacer las cosas ya no son los de antes. Porque antes, si una persona se encontraba sin trabajo, agarraba el diario, leía los clasificados y salía a la calle a presentarse a una entrevista o a las que sea.
Pero ahora encontrar trabajo puede ser más sencillo. Porque si tenés un auto, podés ingresarlo en el registro de Uber y salir a trabajar para trasladar pasajeros de un lado a otro. O si tenés un departamento, podés ponerlo en alquiler a través de la plataforma Airbnb. Es decir, hoy podés hacer plata con lo que tenés.
Eso es la economía gig, conocida también como economía colaborativa o economía de los freelance, la que generó una gran cantidad de empleos en la última década, de acuerdo a lo publicado por la cadena BBC.
Una forma de conseguir solo tu propio sueldo, lo que te permite vivir sin tener un empleador. Sos vos quien se conecta directamente con las personas que usarán tus servicios, sos libre, sos tu propio jefe. Y podés trabajar de lo que te guste.
"Hay plataformas disponibles para el trabajo de codificadores, doctores, abogados, diseñadores gráficos y muchos otros profesionales. La economía gig cruza todas las industrias, salarios y niveles de educación", según afirma la investigadora estadounidense Diane Mulcahy.
Pero no todo es color de rosa. Eso es cierto. Ser independiente, cuentapropista, no es tarea sencilla: por ejemplo, tenés que olvidarte de que te paguen obra social, jubilación, días de enfermedad o vacaciones.
Eso no quita que la oferta se haga menos tentadora. Un profesional que trabaja de manera independiente puede disponer de su tiempo, contar con una mayor cantidad de clientes y a partir de eso suplir los beneficios de un trabajo en relación de dependencia.
Y la libertad de movimiento y de tiempo no deja de ser de lo más tentadora. Ya no más horarios de oficina ni escritorios incoloros. Con una computadora y buena conexión a internet, tu patio, un café, la casa de un amigo o una plaza en un día soleado pueden ser tu oficina.
Este modelo de trabajo también es una buena noticia para los innovadores tecnológicos que, con sus start-ups, crean estas plataformas necesarias para el intercambio colaborativo.
¿Por qué se llama así?
Las versiones más difundidas aseguran que el nombre proviene de la época en que los músicos de jazz se ganaban la vida con el dinero recibido en cada presentación. Un gig era un compromiso musical por el que se contratan músicos para actuaciones momentáneas.