Durante la primera semana de septiembre, las reservas internacionales del Banco Central (BCRA) cayeron más de 200 millones de dólares mientras que en agosto cedieron casi 400 millones de dólares.
Así el nivel provisorio de reservas se estableció en 28.392 millones de dólares, lo que se considera el nivel más bajo desde el 21 de mayo pasado y parecido a los registros de 2006. Agosto clausuró con un monto de 28.620 millones de dólares, con una caída de 383 millones y de este modo los activos cedieron más de 600 millones de dólares.
Esto ocurre mientras la Justicia norteamericana impidió a acreedores de la Argentina acceder a los fondos por un vencimiento de deuda.
Por eso, parte de los desembolsos por pago de deuda en el exterior todavía se contabilizan como reservas internacionales. En lo que va de septiembre, la baja es de un 0,8 por ciento y en todo el año ya se registran 2.207 millones de dólares menos, es decir un 7,2 por ciento abajo, en tanto, en 2013 cerró con 30.599 millones de dólares.
Salvataje chino
Esta semana se dio a conocer que el presidente del Banco Central de la República Argentina (BCRA), Juan Carlos Fábrega, concluyó junto a su par chino, Zhou Xiaochuan, la diagramación de los pormenores del intercambio de monedas que implicará la llegada de 11.000 millones de dólares a la Argentina, que se destinarán a engrosar las reservas internacionales de la entidad monetaria.
El acuerdo estaba casi sellado pero terminó de consolidarse tras la visita del ministro de Economía, Axel Kicillf, al gigante asiático y las gestiones que el hombre del Central hizo en una reunión que mantuvo con su par chino en la reunión bimestral del Banco de Pagos Internacionales en Basilea (Suiza).
El primer desembolso será antes de fin de año por una suma de 1.000 millones de dólares. En rigor, el intercambio de monedas (swap, como se lo conoce en la jerga financiera) es por 11.000 millones de dólares pero en su equivalente relativo en yuanes, que es de 70.000. Es por eso que una vez que se haya hecho con el dinero en moneda china, el Gobierno puede convertirlo a dólares, o conservarlos en las arcas del Banco Central en yenes.
De cualquier manera, a través de esta operación, Fábrega aspira a darle aire a las reservas del BCRA, que están en franca caída desde que terminó la época de la cosecha gruesa de la soja, volvió a subir el dólar blue, y resurgieron las expectativas de una nueva devaluación del peso, tal como sucedió en enero.
No se trata de la primera vez que Argentina concreta canjes de este tipo con la potencia asiática. La primera vez fue en 2009, por un monto similar.