En 2015, sin la cláusula que legalmente le prohibía al Gobierno ofrecer una mejor oferta (RUFO, por sus siglas en inglés), volverán a plantearse posibles acercamientos entre las partes. Para este año, se dice que la intención oficial no sería negociar tan sólo con Elliott y los fondos que ganaron la sentencia por 1.700 millones de dólares, sino con los denominados "mee toos" que son acreedores que están pidiendo sentencias ejecutables como tuvo Paul Singer. Estos suman alrededor de 10.000 millones de dólares en tenencias.
Sobre este tema, Carlos Burgueño, editor de Ámbito Financiero, pronosticó que “la primera semana completa de 2015 puede haber novedades. La mesa de negociaciones se va a abrir. Nada quiere decir que va a haber acuerdo pero sí se abrirá la mesa. El juez Griesa está esperando. En esta última etapa puso “buena onda”. Podría haber avanzado en el tema del desacato o embargos pero no pasó nada. Además están los mee too. Son los que no entraron en el juicio con Griesa pero tampoco están en el canje de deuda. Y en cualquier momento pueden pedir que también quiere cobrar, de la misma forma que los fondos buitres”.
Al respecto, Fernando González, editor periodístico de El Cronista, dijo que “después de lo que fue la decisión de la Corte Suprema en contra de Argentina, siempre creí que no iba a haber arreglo con los holdouts. Los últimos movimientos del Gobierno y del Ministro de Economía marcaron que no iba a haber arreglo. Pero sí veía que el Gobierno iba a terminar un poco mejor en términos de relación con los acreedores externos, que lo que fue a mitad de año. Pero la patinada, de la última semana, con el canje de bonos, que salió mal, cambió la perspectiva. Con esto apareció una nueva complicación hacia fin de año. La estrategia de Kicillof del canje de bonos, era la consolidación de que no se iba a arreglar con los holdouts y se iba a estirar lo máximo posible. Veremos si esto lo condiciona de alguna manera”.
Para Claudio Zuchovicki, gerente de Desarrollo de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, “el Gobierno le dio al tema de los holdouts una concepción política y no económica. Económicamente ya hemos hablado de la conveniencia del acuerdo. Pero si hacemos este debate con la visión política y no económica, el análisis es distinto”.
De acuerdo con esto, el economista Matías Tombolini afirmó que “manda la política. Creo que el Gobierno tiene un plan A y plan B, aunque también un plan N que sería el “de ninguna manera”. El Gobierno bajo todo punto de vista va a tratar de que no gane Massa. El plan A es continuidad con aspectos de cambio y el B es cambios con alguna continuidad. El A es un Scioli rodeado de Cristinismo y el B es Macri”.
“Creo que el Gobierno tratará de recomponer la relación con la clase media y que Cristina se vaya lo más arriba posible y es razonable porque manda la política. Lo más razonable políticamente es tratar de salir del cepo. Y para salir, el incentivo de arreglar con los fondos buitres crece”.
Daniel Sticco, jefe de Economía de Infobae, ve el tema complicado. “Creo que estamos en una situación parecida a la de mayo. Por un lado hubo una mejora en la gente por la confianza hacia el Gobierno por las negociaciones con los holdouts pero automáticamente esa confianza se perdió con una recesión y caída de actividad fenomenal. Ahora todo depende del humor de Cristina”.