El ministro de Economía y Finanzas, Marco Torres, y el presidente del Banco Central de Venezuea (BCV), Nelson Merentes, anunciaron la implementación de este nuevo sistema que vende dólares a través del canje de títulos valores bajo la supervisión del BCV. Se llama Sistema Marginal de Divisas (SIMADI) y comenzó a funcionar el miércoles 11 de febrero.
“El nuevo sistema marginal de divisas es abierto, libre, donde los oferentes y los demandantes se pueden cruzar entre sí inmediatamente se publique el convenio cambiario correspondiente”, anunció Marco Torres.
De esta forma se pondrá en marcha un mecanismo que permitirá al mercado de cambios determinar el valor del dólar, flexibilizando el estricto control de más de una década y permitiendo un tipo de cambio “libre” que abre el camino a una fuerte devaluación del bolívar. En los papeles, implicará una “legalización” del tipo de cambio informal.
El gobierno de Nicolás Maduro comunicó que se podrán cambiar en casas de cambio US$10.000 al año. Allí las personas naturales podrán cambiar máximo US$300 al día, US$2.000 al mes y US$10.000 al año. Y los equivalentes en otra divisa.
Según los especialistas, esta medida no pone fin al problema cambiario de Venezuela ni tampoco es totalmente libre. El economista Enrique Szewach señaló que lo que terminó haciendo el Gobierno venezolano es “tirar la toalla”. Crearon “un tercer mercado, el marginal, en donde se puede comprar y vender dólares pero con un cupo de 300 dólares por día” subrayó Szewach.
Ante la medida también sonaron las alarmas de la devaluación. Szewach advirtió que el gobierno venezolano continuará devaluando su moneda “porque con el desequilibrio fiscal que hay y la caída del precio del petróleo -y sólo dependen del petróleo para conseguir dólares- obviamente está sin dólares y han generado este desastre”.
El economista además subrayó que esta medida no sirve para terminar con el mercado paralelo si no que “lo que vamos a ver es gente haciendo cola para conseguir de a 300 dólares”, adelantó. Además señaló que el cupo es muy bajo y provoca que “el mercado paralelo grande siga funcionando”.
Al escuchar esta medida es inevitable pensar en la posibilidad de que ocurra en Argentina. Enrique Szewach descartó la posibilidad de que este tipo de anuncios se hagan en el país y señaló que “el Gobierno va a seguir por este camino, éste es el camino que ha elegido, racionar dólares, priorizar las reservas aún a costa del nivel de actividad y de empleo. Y probablemente cerca de las elecciones libere un poquito más el mecanismo de dólares oficiales para que se pueda importar y haya una sensación de un mejor nivel de actividad”.